Reseña - realizada por Pilar Alonso y publicada originalmente en www.ciberanika.com
Editorial La Factoría de Ideas
351 páginas
Género: Novela
1677. Una noche un grupo de piratas asaltan una aldea irlandesa y se llevan cautivos a casi todos sus habitantes, entre ellos a Hector Lynch, de diecisiete años, y a su hermana Elisabeth.
No tardarán en descubrir que los piratas se dirigen a Argel, donde todos serán vendidos con esclavos.
Una vez en destino Hector, separado de su hermana, trabará amistad con Dan, otro esclavo, y ambos aceptarán la idea de convertirse al islam para hacer su vida menos penosa.
Hector no abandonará la idea de saber qué ha ocurrido con Elisabeth y para ello afrontará cualquier peligro.
El autor
El británico Tim Severin ha ganado el premio Thomas Cook de literatura de viajes, el premio Christopher y la medalla literaria de la Academia de la Marina Francesa.
Es conocido especialmente por sus expediciones, como la travesía del Atlántico en un barco medieval, que relata en El viaje de Simbad, o sus otras obras: Buscando a Robinson Crusoe o En busca de Moby Dick.
La experiencia a bordo de una galera de veinte remos, que siguió la ruta de Jasón y los Argonautas, le ha servido al autor para ambientar los episodios que transcurren en las distintas naves en las que el protagonista de esta novela presta sus servicios.
Opinión
Una vez en destino Hector, separado de su hermana, trabará amistad con Dan, otro esclavo, y ambos aceptarán la idea de convertirse al islam para hacer su vida menos penosa.
Hector no abandonará la idea de saber qué ha ocurrido con Elisabeth y para ello afrontará cualquier peligro.
El autor
El británico Tim Severin ha ganado el premio Thomas Cook de literatura de viajes, el premio Christopher y la medalla literaria de la Academia de la Marina Francesa.
Es conocido especialmente por sus expediciones, como la travesía del Atlántico en un barco medieval, que relata en El viaje de Simbad, o sus otras obras: Buscando a Robinson Crusoe o En busca de Moby Dick.
La experiencia a bordo de una galera de veinte remos, que siguió la ruta de Jasón y los Argonautas, le ha servido al autor para ambientar los episodios que transcurren en las distintas naves en las que el protagonista de esta novela presta sus servicios.
Opinión
Corsario, la primera novela de la saga de Hector Lynch, se inicia ya desde la primera página con mucha acción. En las primeras líneas ya vemos a un grupo de hombres caminando sigilosamente, amparados por la noche, en dirección a una aldea. Desde ese instante, la acción no mengua ni un instante.
El autor ha ambientado su novela en el Mediterráneo del siglo XVII, poblado de piratas berberiscos, y parece conocer bien el tema, porque no se muestran fallos aparentes ni en el argumento ni en el fondo documental.
El protagonista corre sus aventuras primero en Argel, más tarde en Livorno, luego en Marruecos... y sigue. Para mi gusto es un exceso de escenarios, ya que es imposible profundizar en el entramado de ninguno de ellos. Muchas pinceladas y muchos datos interesantes, pero habría agradecido un poco más de profundidad. Me gusta cuando el autor se recrea, me cuenta cosas, me sumerge paulatinamente en un mundo desconocido. En este caso, no me ha dado tiempo. Atisbaba un poco del nuevo entorno y ya tenía a Hector viajando hacia otro lugar en pos de nuevas aventuras.
El mismo fallo se aplica a algunos personajes, de los que me habría gustado saber mucho más y que, con el cambio de escenario, también desaparecen sin haber conseguido posarse en mi memoria.
Lo más conseguido de la novela: el tema de la esclavitud. Y, dentro de ella, la negociación de los rescates, tanto en el bando musulmán como en el cristiano, que de todo había en aquellos mundos de Dios. Ni los buenos eran tan buenos ni los malos tan malvados. Eso sí, villanos también los hay, como en cualquier novela de aventuras que se precie.
Porque Corsario es, más que una novela histórica, una novela de aventuras ambientada en un determinado momento del pasado, con algunas dosis de libro de viajes.
Y como novela de aventuras, es más que aceptable. Toda la obra destila ese afán explorador del autor, con recreaciones de las ciudades y los desiertos, los barcos, los puertos.... Una magnífica opción para perderse unas horas en un Mediterráneo plagado de corsarios.
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