Reseña - por Pilar Alonso, publicada originalmente en http://www.ciberanika.com/
Ediciones Destino
251 páginas
Género: Novela
Una historiadora escocesa encuentra un día en internet un blog titulado El Cuaderno del Inquisidor. En él se narran tres capítulos de una historia que tuvo lugar en el siglo XVII y en la que intervino el Santo Oficio. La página llama de inmediato su atención, ya que ella misma centró su tesis doctoral en el Tribunal de la Inquisición.
La web parece no haberse actualizado en mucho tiempo, como si el autor hubiese decidido detener la narración. ¿Por qué? ¿Quién se esconde tras esas páginas?
Decidida a averiguarlo, deja un comentario, sin sospechar siquiera que ese acto cambiará toda su vida.
La web parece no haberse actualizado en mucho tiempo, como si el autor hubiese decidido detener la narración. ¿Por qué? ¿Quién se esconde tras esas páginas?
Decidida a averiguarlo, deja un comentario, sin sospechar siquiera que ese acto cambiará toda su vida.
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En esta novela Lorenzo Silva hace uso de las tecnologías más avanzadas, de las que parece ser gran conocedor, para plantear la trama. Blogs, e-mails, messenger, youtube, chat, búsquedas... todo a lo que habitualmente estamos acostumbrados y que tan difícil resulta ver sobre el papel.
Sumergirse en esta lectura produce la extraña sensación de estar espiando las intimidades de alguien, como si de verdad pudiésemos ver esas conversaciones privadas en el messenger, y el contenido de los correos electrónicos, a través de una mirilla.
Para los que estamos acostumbrados a utilizar esas herramientas de comunicación, es fácil identificarse con las situaciones y los protagonistas, y ver el reflejo de uno mismo en las páginas del libro, con cierta incomodidad pero también con evidente reconocimiento. Creo que Lorenzo Silva ha sabido plasmar la esencia de ese nuevo mundo que gira más allá de nuestras pantallas y lo ha utilizado en beneficio de una historia que se desarrolla principalmente a través de todos esos medios.
El blog del inquisidor no es una novela al uso. La utilización de internet para desarrollar toda la trama la convierte, ya desde el inicio, en un modo diferente de contar una historia, original y vanguardista.
Hay un misterio, en los capítulos sobre la Inquisición, y en el autor de los mismos, un misterio que la historiadora tratará de descubrir y que es en lo que se basa todo el argumento. No falta el final sorprendente y un apartado de difícil lectura, concerniente a supuestos documentos originales del siglo XVII que tuvieron que ver con el proceso del Santo Oficio, escritos en el castellano de la época y que son el contrapunto a una novela que se desarrolla en el lenguaje del siglo XXI.
La novela me ha transmitido, además, esa facilidad que tienen las nuevas tecnologías para lograr desnudar nuestras almas, amparados en el anonimato que proporcionan, y que es lo que termina sucediéndole al autor de la web.
El blog del inquisidor no es sólo una novela entretenida y original, es también, y principalmente, una prueba del arte de la seducción mediante las palabras.
Sumergirse en esta lectura produce la extraña sensación de estar espiando las intimidades de alguien, como si de verdad pudiésemos ver esas conversaciones privadas en el messenger, y el contenido de los correos electrónicos, a través de una mirilla.
Para los que estamos acostumbrados a utilizar esas herramientas de comunicación, es fácil identificarse con las situaciones y los protagonistas, y ver el reflejo de uno mismo en las páginas del libro, con cierta incomodidad pero también con evidente reconocimiento. Creo que Lorenzo Silva ha sabido plasmar la esencia de ese nuevo mundo que gira más allá de nuestras pantallas y lo ha utilizado en beneficio de una historia que se desarrolla principalmente a través de todos esos medios.
El blog del inquisidor no es una novela al uso. La utilización de internet para desarrollar toda la trama la convierte, ya desde el inicio, en un modo diferente de contar una historia, original y vanguardista.
Hay un misterio, en los capítulos sobre la Inquisición, y en el autor de los mismos, un misterio que la historiadora tratará de descubrir y que es en lo que se basa todo el argumento. No falta el final sorprendente y un apartado de difícil lectura, concerniente a supuestos documentos originales del siglo XVII que tuvieron que ver con el proceso del Santo Oficio, escritos en el castellano de la época y que son el contrapunto a una novela que se desarrolla en el lenguaje del siglo XXI.
La novela me ha transmitido, además, esa facilidad que tienen las nuevas tecnologías para lograr desnudar nuestras almas, amparados en el anonimato que proporcionan, y que es lo que termina sucediéndole al autor de la web.
El blog del inquisidor no es sólo una novela entretenida y original, es también, y principalmente, una prueba del arte de la seducción mediante las palabras.
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