Reseña - por Pilar Alonso. Publicada originalmente en www.ciberanika.com
Edhasa, Marzo 2010
Género: Novela
447 páginas
Alan Dale, el joven protagonista de esta novela, se ve abocado a un futuro incierto cuando es descubierto robando y no tiene otra alternativa que abandonar a su familia y ocultarse en el bosque de Sherwood, donde entra en contacto con una banda de forajidos cuyo cabecilla, Robin Hood, impone su propia ley: roba a los ricos y a la Iglesia y protege a los pobres; sin embargo, su protección tiene un precio. Un precio que no se paga con dinero, sino con sangre. Los delatores son mutilados, los traidores, asesinados. Nadie escapa a la justicia del temido Robin Hood.
En este mundo brutal y cruel, Alan aprende, de la mano de Robin Hood, a sacar todo el partido de sus rápidos reflejos, de la habilidad de sus dedos, e incluso de su talento musical. Y en ello le va la vida.
(Sinopsis de la editorial)
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En este mundo brutal y cruel, Alan aprende, de la mano de Robin Hood, a sacar todo el partido de sus rápidos reflejos, de la habilidad de sus dedos, e incluso de su talento musical. Y en ello le va la vida.
(Sinopsis de la editorial)
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De todas las leyendas medievales, las de Arturo y Robin Hood han sido sin duda las más famosas. La literatura y el cine se han encargado de darles vida desde los más variados puntos de vista. Angus Donald inicia con esta novela una trilogía cuyo protagonista será este mítico personaje, aportando su propia versión del mismo.
El autor nos muestra a un Robin Hood bastante alejado de las novelas de Walter Scott o Howard Pyle, y del héroe protagonizado por Errol Flynn o Kevin Costner. Un Robin Hood mucho más humano, a veces cruel, otras dominado por la soberbia, excelente arquero y diestro espadachín. Su trayectoria, perfectamente fusionada con el período, resulta mucho más creíble que las versiones edulcoradas de sus antecesores y ese Robin legendario se transforma en un hombre de carne y hueso, sanguinario, exigente y vengativo, sin olvidar su vertiente más romántica del héroe que ayuda al pueblo oprimido, una perfecta simbiosis entre el hombre y el mito.
Aunque la novela se inicia durante el reinado de Enrique II, padre de Ricardo Corazón de León y de Juan Sin Tierra, ya están junto a él los personajes que le han acompañado en cuantas historias se han escrito sobre él: el sheriff de Nottingham, lady Marian, Little John y el fraile Tuck, a pesar de que los hechos y los personajes no se ajustan a lo que hasta ahora sabíamos de ellos.
El atractivo de esta novela es innegable, sólo el tema ya resulta de lo más sugerente. Abrir sus páginas es sumergirse en plena Edad Media, en el bosque de Sherwood, formando parte de una banda de proscritos. Y el autor nos adentra en ella sin esfuerzo, con una prosa fluida y un excelente ritmo narrativo, para regalarnos todo un mundo de aventuras y misterio, de batallas, amores y venganzas.
Un fascinante ejercicio de recreación de uno de los personajes más legendarios de nuestra cultura.
El autor nos muestra a un Robin Hood bastante alejado de las novelas de Walter Scott o Howard Pyle, y del héroe protagonizado por Errol Flynn o Kevin Costner. Un Robin Hood mucho más humano, a veces cruel, otras dominado por la soberbia, excelente arquero y diestro espadachín. Su trayectoria, perfectamente fusionada con el período, resulta mucho más creíble que las versiones edulcoradas de sus antecesores y ese Robin legendario se transforma en un hombre de carne y hueso, sanguinario, exigente y vengativo, sin olvidar su vertiente más romántica del héroe que ayuda al pueblo oprimido, una perfecta simbiosis entre el hombre y el mito.
Aunque la novela se inicia durante el reinado de Enrique II, padre de Ricardo Corazón de León y de Juan Sin Tierra, ya están junto a él los personajes que le han acompañado en cuantas historias se han escrito sobre él: el sheriff de Nottingham, lady Marian, Little John y el fraile Tuck, a pesar de que los hechos y los personajes no se ajustan a lo que hasta ahora sabíamos de ellos.
El atractivo de esta novela es innegable, sólo el tema ya resulta de lo más sugerente. Abrir sus páginas es sumergirse en plena Edad Media, en el bosque de Sherwood, formando parte de una banda de proscritos. Y el autor nos adentra en ella sin esfuerzo, con una prosa fluida y un excelente ritmo narrativo, para regalarnos todo un mundo de aventuras y misterio, de batallas, amores y venganzas.
Un fascinante ejercicio de recreación de uno de los personajes más legendarios de nuestra cultura.
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2 comentarios:
No es oro todo lo que reluce en esa novela. Les propongo comparar las críticas generalmente posiitivas con la pronunciada por un medio especializada, "La novela antihistórica", en http://lanovelaantihistorica.wordpress.com
Interesante aportación la de "La novela antihistórica". Bien razonada y planteada. Coincido en los errores históricos que comenta, aunque no olvido que, sobre todo, esta novela es un libro de aventuras, aderezado con una pizca de historia. Para empezar, Robin Hood, como yo misma comento, es un personaje de leyenda y como tal se puede permitir ciertas licencias.
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