Por Pilar Alonso
Veinte años después de publicar El Ocho, Katherine Neville regresa al ajedrez con la continuación: El Fuego. La autora, inmersa en el proceso de promoción de este nuevo libro, ha viajado en dos ocasiones a nuestro país en los últimos meses, para atender a la multitud de medios que se han mostrado interesados en su nueva novela.
Nos hizo un hueco y contestó a casi todas las preguntas.
Nos hizo un hueco y contestó a casi todas las preguntas.
Su novela bien podría haberse titulado “Veinte años después”, como la continuación de “Los tres mosqueteros”, de Alejandro Dumas. ¿Por qué ha hecho esperar tanto tiempo a sus lectores para la continuación de “El Ocho”?
Bueno, la historia completa es muy larga y ya se la he explicado a todos los periodistas que me han entrevistado aquí en España. En resumen, era el propio libro el que debía buscar el momento apropiado y para mí fue cuando conocí a la segunda persona que entró en Bagdag tras el bombardeo de la ciudad. Bagdag fue el hogar de Al Jabir, el fundador de la escuela Islámica de alquimia.
El Fuego sigue el mismo esquema que El Ocho, sólo que treinta años más tarde. La protagonista en primera persona, un jugador de ajedrez ruso, capítulos históricos alternando con los actuales... El resultado funciona muy bien, pero ¿no tuvo la tentación en algún momento de escoger otro esquema?
Con este libro no podía, ya que todo tenía que estar relacionado con la historia del ajedrez, pero no todas mis novelas siguen esa estructura.
Esta novela, como ya sucedió con El Ocho, está perfectamente ajustada a los personajes y a los acontecimientos históricos, ¿una tarea difícil conjugar realidad y ficción y hacer que “todo cuadre”?
Ahora mismo dispongo de muchas investigaciones sobre los hechos históricos, y encontré que había varios errores en libros históricos y biografías. Tuve que ir a las fuentes originales, los diarios y documentos de la época, para encontrar la verdad. Y tengo un maravilloso editor.
En ambas novelas, la autora demuestra conocer bien el juego del ajedrez. ¿Es una de sus pasiones, quizás?
Me interesa mucho el ajedrez y sus jugadores, pero soy bastante mediocre. No comencé a jugar lo bastante joven y es una lástima. El ajedrez es un buen entrenamiento de estrategia.
Al final del libro, en los Agradecimientos, menciona a multitud de personas en relación con distintas cuestiones que aparecen en la trama, como la aviación, las matemáticas o los volcanes, entre otras muchas. ¿Ha resultado muy ardua la tarea de escoger entre cientos, tal vez miles de datos, para elegir sólo los pertinentes y desechar todo lo demás?
Todas mis investigaciones son muy valiosas y conservo todos los documentos. Muchos datos aparecerán en otros libros.
En relación con la anterior pregunta, ¿lamenta especialmente haber tenido que eliminar algo que le hubiera gustado añadir?
No lo creo. Siempre investigo mucho más de lo que voy a usar. Tengo varios libros guardados en el cajón, libros que están esperando el momento apropiado para ser terminados.
La cocina de calidad está muy presente en esta obra. ¿Se considera la autora una gourmet?
Me interesa mucho la comida, en todos sus aspectos. Me encanta descubrir restaurantes nuevos. En Washington tenemos los restaurantes del maravilloso chef español, José Andrés.
Los vascos juegan un papel importante en la trama de El Fuego. ¿Un homenaje a una tierra que parece conocer bien?
El pueblo vasco es quizás la región de España que conozco mejor. Pasé mucho tiempo allí con mi marido Karl. Impartió muchas conferencias allí, y yo también.
La novela se desarrolla en escenarios variados, la ciudad de Washington el principal, pero también Italia, Grecia, Turquía, las islas Aleutianas, Rusia, Próximo Oriente, España, Francia... y en la mayoría de los casos con múltiples detalles. Katherine Neville ha viajado tanto o más que sus personajes, ¿qué hay de usted y de sus experiencias en los viajes de su obra?
He viajado por todo el mundo, mucho más que la mayoría de americanos, y mucho más en el pasado que ahora. No puedo escribir sobre un lugar en el que no he estado. Tengo que ir al sitio y respirar los detalles, los olores, la gente, las calles. Si no lo haces, nunca parecerá lo bastante real en el libro.
En España, aparte de El Ocho, sólo se han publicado El Círculo Mágico y Riesgo calculado. Katherine Neville, al igual que muchos de sus personajes, ha sido una mujer rodeada de misterio. ¿Se ha centrado durante ese tiempo en preparar El Fuego? ¿Ha sentido la tentación de publicar otras obras bajo pseudónimo?
Oh, no, quiero poner mi nombre en todo lo que escribo.
El Ocho, El Fuego... ¿ha concluido definitivamente el juego, o existe una continuación?
Bueno, es una posibilidad. Cuando llegué al final de El Fuego, mi editor quería un desenlace que dejara abierta esa probabilidad. Las piezas no han sido destruidas... tal vez reaparezcan. Incluso pienso que podría ver un futuro libro con Xie y Vartan. Son muy jóvenes y tienen toda la vida por delante, así es que ¿quién sabe? Me gustaría descubrir qué les depara el futuro.
Mientras releía El Ocho, recordé la trascendencia de la misma, de cómo el panorama literario de los últimos años ha bebido de su novela, utilizando el mismo esquema y convirtiéndose también en grandes éxitos de ventas.¿Qué siente al respecto?
Bien, en realidad no inventé nada nuevo. Mi novela es la novela de una búsqueda, una búsqueda por el conocimiento o por un tesoro. Es el género literario más viejo del mundo. El género de Gilgamesh, de la Odisea o de las Leyendas Artúricas.
¿Está trabajando en alguna otra novela? Si es así, ¿puede adelantarnos algo?
Estoy trabajando en un libro sobre pintores europeos del siglo XVI, como Rubens o El Greco y también hay pintoras. Era un tiempo en el que se movían fácilmente de una Corte a otra, de un país a otro, por lo que conocían el trabajo de los demás y lo que sucedía en las Cortes. Ahora estoy con el proceso de investigación.
Muchas gracias por su tiempo y por la oportunidad de esta entrevista.
Gracias
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