jueves, 14 de mayo de 2009

Entrevista a Cristina Morató por "Cautiva en Arabia"

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por Pilar Alonso

Cristina Morató es tan aventurera como muchas de las protagonistas de sus libros. Periodista y fotógrafa, ha realizado numerosos reportajes en varios países de América Latina, África y Asia.
Su interés por recuperar del olvido a grandes viajeras y exploradoras, le llevó a escribir Viajeras intrépidas y aventureras (2001), Las reinas de África (2003) y Las Damas de Oriente (2005).
Cautiva en Arabia es su primera biografía.


- ¿De dónde proviene el amor que profesas a África y Oriente Próximo, principales escenarios de tus obras?

Proviene sobre todo de mi pasión por los viajes y en cuanto a África concretamente porque he vivido largas temporadas en el pasado en el antiguo Zaire, la actual República Democrática de El Congo, donde trabajé como cooperante para la Cooperación Sanitaria Española, en Guinea Ecuatorial y recientemente en Kenia, Uganda y Tanzania.

Es verdad que es un escenario muy literario, aunque a mí no me interesaba tanto el escenario de África al estilo romántico de la película Memorias de África, como el de las mujeres que vivieron allí y sobre todo las esposas de los grandes exploradores que recorrieron África en siglos pasados, olvidadas además por la Historia. De ahí que le dedicara un libro al continente y concretamente a estas mujeres, entre ellas la esposa de David Livingstone, Mary Moffat, la esposa de Richad Burton y también mujeres como la escritora Karen Blixen.

En cuanto a Oriente Próximo, no soy una gran conocedora, pero siento gran fascinación por el mundo musulmán y su cultura, que me ha llevado a recorrer Jordania y Siria, y fue en Siria precisamente donde conocí la historia de mi nuevo libro: Cautiva en Arabia.


- Una de tus principales fuentes de documentación, según comentas, ha sido Jacques d’Andurain, el hijo de la protagonista. ¿Ha leído ya el libro? ¿Qué le ha parecido la recreación de la vida de su madre que has llevado a cabo?

Ya tiene el libro y creo que le ha gustado. Considero que es respetuoso con la figura de su madre y él tenía ganas de que al fin se contara la verdad sobre este personaje, de la que se han dicho auténticas barbaridades.


- Para la documentación de este trabajo, has contado con abundantes fotografías, el diario de la protagonista y, lo más importante, los recuerdos de su propio hijo. ¿Qué se siente trabajando con material “de primera mano”? ¿Ha sido una experiencia muy distinta a tus anteriores investigaciones?

Faltaba un libro serio sobre este personaje y yo me he beneficiado de toda la documentación que me ha aportado Jacques, que han sido desde diarios suyos personales, donde recuerda conversaciones con su madre, hasta 70 fotografías inéditas. Este libro sin la ayuda de Jacques no habría sido posible.

Para mí ha sido una experiencia única. Primero, la suerte de localizarlo en una residencia de ancianos a las afueras de París, y luego la suerte también de que a pesar de sus 92 años tenga una memoria privilegiada, ya que fue testigo de gran parte de la vida de su madre, además de su confidente.


- En la biografía aparecen como referentes de la protagonista varias extraordinarias mujeres: Ella Maillart, Gertrude Bell, lady Stanhope o Jane Digby entre otras, y todas merecedoras de su propio libro. ¿Te ha permitido el proceso de documentación para esta obra descubrir a nuevas protagonistas para obras futuras?

Yo creo que ha sido más bien un proceso a la inversa, creo que si no hubiera escrito Las Damas de Oriente, no habría escrito Cautiva en Arabia. Primero porque mi interés por las mujeres que recorrieron Oriente Próximo se inició precisamente hace cuatro años con ese libro.

Cuando lo acabé, viajé a Siria con una cineasta para filmar los escenarios donde transcurrían las vidas de algunas de ellas, y recalé en Palmira. Mi guía me llevó al hotel Zenobia y allí me hablaron de esta Marga d’Andurain. En un principio, cuando el director del hotel me explicó que ella había sido la propietaria durante diez años, hasta 1937, y que había protagonizado una vida de escándalo, incluso enfrentándose a las autoridades francesas coloniales, que tuvo un comportamiento inmoral, que fue espía y amante de Lawrence de Arabia, la verdad es que yo no creí que fuera real. Me olvidé de ella, porque me daba rabia haber terminado Las Damas de Oriente y, en caso de que la historia de Marga fuera auténtica, no haberla incluido. Y más siendo vasca. Así es que no quise darle mucha importancia.

Pero a mi regreso comencé a investigar, y descubrí que tuvo dos hijos. Uno había muerto en el frente de Alsacia, y el otro, calculando la edad, aún podía estar vivo. Lo que no imaginaba era que lograría localizarlo, que acabaríamos viéndonos y colaborando, cosa que le agradezco especialmente, porque no era la primera vez que un periodista contactaba con él para escribir la vida de su madre.


- No hay duda de que Marga d’Andurain es un personaje controvertido, encantadora y detestable al mismo tiempo y según el momento. ¿Qué sentimientos te ha despertado a ti?

Yo he intentado no tomar partido y no juzgarla moralmente. Lo que creo que he conseguido es que el lector vaya conociendo su trayectoria vital desde su nacimiento en el País Vasco francés, en un entorno marcado por la religiosidad y por los condicionalismos sociales que ella detestaba, con una madre muy estricta, y en una ciudad provinciana como Bayona, hasta que consigue salir de allí y vivir una vida de aventura en lugares tan lejanos y remotos como Arabia Saudí, Siria o Líbano.

He intentado hacer ese recorrido vital sin juzgarla, porque es cierto que su vida estuvo salpicada de escándalos y graves acusaciones. A mí me ha interesado más su faceta de mujer intrépida y aventurera. El lector al final, en el último capítulo, descubre realmente quién era ella, pero creo que el proceso es el correcto, porque así el lector no la juzga previamente. Al menos una parte de lo que era, porque hay muchas lagunas en su vida y yo he contado sólo una parte de ella, muy centrada sobre todo en esa etapa en la que quiso llegar a La Meca, con su detención, su reclusión en un harén en Arabia Saudí y su posterior cautiverio en prisión. Por eso precisamente lo he titulado Cautiva en Arabia.


- ¿Qué rasgo crees que la caracterizaba más?

Yo creo que era una mujer rebelde sobre todo, transgresora pero también muy provocativa, que se buscó serios problemas porque ella quiso, que siempre trató de imponer su propia ley. Como ella misma se definía, yo creo que era una aventurera de altos vuelos, una mujer que amaba la aventura porque odiaba el aburrimiento, pero que se metió en lances que finalmente no acabó por controlar. Perdió las riendas de su vida y se perdió.


- Has visitado muchos de los lugares en los que transcurrió la vida de esta enigmática mujer. ¿Alguna anécdota que destacar? ¿Algún problema a la hora de visitar algún enclave?

No he tenido problemas pero sí es cierto que cuando fui a Bayona y estuve en la calle Victor Hugo, donde ella nació, y cuando visité la casa solariega de Hastingues, totalmente cerrada y rodeada de un alto muro de piedra, una casa un poco prisión, entendí un poco la vida que había tenido esta mujer. Comprendí que había tenido una infancia y una juventud muy solitarias y en un ambiente muy opresivo, y entendí que se casara con su primo a los diecisiete años, porque era una fuga en toda regla. Ella huye de esa vida anodina y en la aventura encuentra su razón de existir.


- En el libro comentas que en la prensa francesa de la época se publicó que Marga había sido amante de T.E. Lawrence, al que, al parecer, ni siquiera llegó a conocer. Supongo que a la hora de documentarte no habrá sido tarea fácil desligar lo que era verdad de lo que era sólo puro sensacionalismo.

Sí, ha sido difícil. No sólo hay una novela sobre ella llena de datos incorrectos y de situaciones que jamás ocurrieron, sino que además si consultas los periódicos de la época descubres que se escribieron auténticas barbaridades sobre ella. Por fortuna pude acceder a las memorias que publicó por entregas entre mayo y junio de 1934 de Le Courier de Bayone, que están en la hemeroteca de Bayona. Y para mí ése es un documento importante, que ella narra en primera persona y, a pesar de las evidentes exageraciones, porque trataba de escribir un relato de viajes ameno, contrastando con los documentos que he tenido en mi poder gracias a Jacques, creo que he podido encontrar un punto que se acerca bastante a la realidad.

Hay muchas cosas que no se saben de ella, ni qué motivos había tras algunos de sus viajes, pero he escrito lo que he podido perfilar gracias a lo que me ha contado su hijo, que fue testigo directo.


- Marga fue una mujer con una sed de aventuras extraordinaria, exagerada en ocasiones y llevada hasta sus últimas, y a veces trágicas, consecuencias. ¿A qué crees que era debida? ¿Qué la impulsaba, que la motivaba? ¿Sólo su afán por convertirse algún día en alguien famoso, importante?

Marga tenía un punto de insensatez. En mis anteriores libros yo hablaba de mujeres que habían recorrido Oriente Próximo en los siglos pasados, pero hay una diferencia. Todas ellas eran cultas, preparadas, habían leído mucho, eran de clase alta y llegaron hablando a la perfección árabe, persa y turco, y con un gran conocimiento geográfico, a pesar de ser una época en la que parte de los mapas aún estaban en blanco.

Marga no habla árabe, sólo lo chapurrea, no está interesada en la cultura musulmana, no es exploradora ni le interesa la geografía y llevada por su afán de aventura y de notoriedad se casa con un beduino analfabeto, un camellero, para poder llegar a La Meca y hacerse famosa. Si lo hubiera conseguido no sólo hubiera sido célebre en Francia, hoy en día su nombre estaría junto a los de los grandes exploradores que, tras años de preparación, habían conseguido llegar disfrazados a La Meca.


- La vida de Jacques, el hijo de Marga, parece tan interesante como fue la de su madre. ¿Te has planteado escribirla?

No me lo he planteado, aunque él insiste en que tendríamos que hacer un libro sobre su vida. Es cierto que tras morir su madre, él llevó una vida muy interesante, porque viajó a Brasil y a El Congo. Yo creo que él, en muchos aspectos, fue también una víctima del comportamiento de su madre, igual que lo fue su esposo Pierre, que murió asesinado justamente por los líos en los que se había metido Marga. Y el gran dolor de Jacques fue que en 1946 le retiraran el carnet del Partido Comunista y borraran todas las acciones que llevó a cabo como miembro de la Resistencia francesa. Eso sucedió cuando su madre volvió a ocupar otra vez las portadas de todos los periódicos, acusada en esta ocasión del asesinato de su sobrino. Ahí fue cuando los miembros del Partido le apartaron y él dice que fue el momento más triste de su vida, porque era un comunista convencido.

- ¿A qué crees que es debido que hasta la fecha no se haya publicado en el país vecino ninguna biografía de un personaje tan carismático como éste?

En Francia es un personaje casi desconocido y sí que hubo algunos intentos, incluso algunos directores de cine quisieron llevar su vida a la pantalla, pero siempre se encontraron con el obstáculo de Jacques, que no estaba de acuerdo con la imagen que querían darle.


- Cautiva en Arabia es la primera obra en la que la protagonista es una sola mujer, a diferencia de tus obras anteriores, que son un compendio de las vidas de varias de ellas. ¿Qué te ha parecido la experiencia? ¿Piensas repetir?

Si encontrara un personaje tan fascinante como ella, y tuviera la suerte y el privilegio de contar con el testimonio de un hijo o un pariente, obviamente lo volvería a hacer. No creo que me vuelva a ocurrir, pero siempre hay historias fascinantes y maravillosas por descubrir.

- Muchas gracias, Cristina.

Gracias a ti.

Imágenes cedidas por la editorial.
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