Apunte - por Pilar Alonso
La Colina de las Botas (Boots Hill) era el nombre genérico que se daba en el lejano Oeste a los cementerios en los que se enterraba a aquellos que morían de forma violenta (con las botas puestas), especialmente pistoleros, aunque también a los extranjeros que no podían permitirse un entierro decente.
Cada ciudad disponía del suyo propio: Deadwood, Dodge City, El Paso... aunque tal vez el más famoso sea el de Tombstone, Arizona. Allí, Wyatt Earp junto a dos de sus hermanos y a Doc Holliday protagonizaron el tiroteo de O.K. Corral, donde fallecieron Frank y Tom McLaury y Bill Clanton, que fueron enterrados en la Colina de las Botas.
El cementerio de Tombstone, que hoy visitan los turistas, estuvo abierto sólo durante seis años, desde 1878 hasta 1884, y en él se encuentran 300 tumbas, 205 de ellas con nombre. Claro que en muchos casos se trata sólo del apodo, a saber cómo se llamaban en realidad algunos de ellos, sin ningún documento que los identificase.
Las cruces eran de madera y las inscripciones estaban pintadas a mano. Las fuerzas de la naturaleza y los ladrones de recuerdos hicieron estragos en él, y en la década de 1940 la ciudad decidió hacer algo para restaurarlo y devolverlo a su estado original.
El cementerio disponía también de una sección para chinos y otra para judíos, la mayoría de cuyas tumbas no tienen nombre.
Cada ciudad disponía del suyo propio: Deadwood, Dodge City, El Paso... aunque tal vez el más famoso sea el de Tombstone, Arizona. Allí, Wyatt Earp junto a dos de sus hermanos y a Doc Holliday protagonizaron el tiroteo de O.K. Corral, donde fallecieron Frank y Tom McLaury y Bill Clanton, que fueron enterrados en la Colina de las Botas.
El cementerio de Tombstone, que hoy visitan los turistas, estuvo abierto sólo durante seis años, desde 1878 hasta 1884, y en él se encuentran 300 tumbas, 205 de ellas con nombre. Claro que en muchos casos se trata sólo del apodo, a saber cómo se llamaban en realidad algunos de ellos, sin ningún documento que los identificase.
Las cruces eran de madera y las inscripciones estaban pintadas a mano. Las fuerzas de la naturaleza y los ladrones de recuerdos hicieron estragos en él, y en la década de 1940 la ciudad decidió hacer algo para restaurarlo y devolverlo a su estado original.
El cementerio disponía también de una sección para chinos y otra para judíos, la mayoría de cuyas tumbas no tienen nombre.
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3 comentarios:
Interesantísima entrada. Me pregunto si habrá alguna analogía en Europa. Conque Boots Hill...
Un saludo
Pues no tengo ni idea, Blas. Aquí puedes encontrar cementerios dedicados, por ejemplo, a soldados de la Primera Guerra Mundial y de la Segunda. Pero no se me ocurre nada comparable.
Saludos
Lo que si hay es un spaghetti-western con este título: La colina de las botas, con Bud Spencer y Terence Hill pero no tiene nada que ver con las pelis de puñetazos características de la pareja, sino que es un western muy sobrio en el que incluso salen enanos.
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