domingo, 13 de septiembre de 2009

El señor de las llanuras - Javier Yanes

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Reseña - por Pilar Alonso

Editorial Plaza&Janés, Marzo 2009
Género: Novela
713 páginas


Curro Mencía, un joven periodista, desgrana el pasado de su familia ante la inminente venta de la casona familiar, donde Uke, su abuela, vivió una apasionada historia de amor con Hamish, un aventurero escocés que se marchó a África.

Hace años que Curro no sabe nada de su abuelo, que tocaba el violín y le contaba historias de África, y decide viajar hasta Kenia tras sus huellas, acompañado por un viejo barón que lo había conocido en su juventud.
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El problema de escribir una primera novela perfecta tiene un gran inconveniente: el lector espera que la segunda sea igual o mejor y lo mismo las siguientes. Mantener ese nivel supone para el autor un trabajo extra que no siempre se verá recompensado. Y Javier Yanes lo va a tener difícil, porque El Señor de las Llanuras ha dejado el listón tan alto que va ser ardua tarea sostenerlo, no digamos ya superarlo.

El libro llevaba días rondando por mi mesa, y a pesar de la sugerente portada se resistía a llegar a mí, ocultándose entre el sinfín de novedades que la pueblan. Y al fin un día abrí sus páginas para enamorarme por completo de su historia. Y ya sabéis lo que pasa cuando uno se enamora, que, aunque la otra parte tenga sus defectos, son tantas las virtudes que la adornan que se pasan por alto. No puedo ser imparcial, por tanto, a la hora de juzgar este libro.

La historia es emocionante y sugerente, la prosa de gran belleza, los paisajes están descritos con gran plasticidad, los personajes son fantásticos, los diálogos bien trabajados y el sentido del humor está presente a lo largo de toda la trama. Algunos pasajes y los títulos de varios capítulos, son pura poesía. Sirvan de muestra algunos de ellos: Un violín en la tormenta, Mariposas de piedra, El siglo que dormimos desnudos, Cenizas sin polvo al que volver, Sonata de la eterna primavera...

Y la ambientación... bueno, quién no ha soñado alguna vez con viajar a África. Hace unos años yo misma planeé visitar Kenia y Tanzania y se quedó en propósito. El Señor de las Llanuras me ha brindado la oportunidad de realizar ese viaje a pequeña escala y ha sido una experiencia enriquecedora, no sólo por la posibilidad de visitar el corazón de África a través de sus páginas, sino también de conocer parte de su historia.

Las dos partes del libro tienen sobrados motivos para encandilar al lector. En la primera descubrimos a Uke, una joven afincada en las proximidades de Madrid en los años 30, que viaja por Europa justo antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. En la segunda, Curro Mencía, el nieto de Uke, es el protagonista, y el escenario el continente negro.

Ambas partes, que podrían haberse escrito de forma completamente independiente y funcionar en solitario, se unen aquí para contarnos una historia llena de ternura y magia, de aquellas que nunca llegan a olvidarse.
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