Reseña - por Pilar Alonso. Publicada originalmente en www.ciberanika.com
Grijalbo, Marzo 2010
Género: Novela
592 páginas
NOVELA GANADORA DEL II PREMIO CajaGRANADA DE NOVELA HISTÓRICA
Toledo, 1255. El rey Alfonso X El Sabio vive obsesionado por el sueño de ser coronado emperador de la cristiandad y, en su lucha por sumar aliados políticos a esta ambiciosa causa, concierta el matrimonio de uno de sus hermanos con la hija del rey de Noruega: la princesa Cristina.
En la delegación real que viaja a las brumosas tierras del norte, se halla Beltrán Sina, médico personal de Alfonso, que deberá procurar serenidad de espíritu a la dama durante la larga travesía que la conducirá a los brazos de su desconocido esposo. Pero la traición acecha a la comitiva, ya que son muchos los enemigos dispuestos a hacer naufragar las aspiraciones del rey Alfonso en favor de su rival, Ricardo de Cornualles.
La princesa venida del hielo deslumbra a la Corte castellana pero, abatida por el temor y la nostalgia, sólo tiene un amigo en quien confiar: Beltrán, el médico de almas, su fiel consejero, su enamorado secreto.
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En la delegación real que viaja a las brumosas tierras del norte, se halla Beltrán Sina, médico personal de Alfonso, que deberá procurar serenidad de espíritu a la dama durante la larga travesía que la conducirá a los brazos de su desconocido esposo. Pero la traición acecha a la comitiva, ya que son muchos los enemigos dispuestos a hacer naufragar las aspiraciones del rey Alfonso en favor de su rival, Ricardo de Cornualles.
La princesa venida del hielo deslumbra a la Corte castellana pero, abatida por el temor y la nostalgia, sólo tiene un amigo en quien confiar: Beltrán, el médico de almas, su fiel consejero, su enamorado secreto.
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Una vez finalizada la lectura de esta novela, a nadie le puede extrañar que haya conseguido ganar el II Premio de Novela Histórica CajaGranada, que, a pesar de su corta andadura, ya figura como uno de los más prestigiosos concedidos en este país.
Jesús Maeso de la Torre ha optado, como viene siendo su costumbre, por ir más allá de lo conocido e internarse en aspectos menos tratados de la Historia. En este caso en concreto aborda aquellos años en los que Alfonso X el Sabio pugnaba por hacerse con la corona del Sacro Imperio Romano Germánico, la misma que había adornado la testa del gran Carlomagno. En esa coyuntura es donde entra en liza uno de los grandes personajes de la novela: la princesa Cristina de Noruega, una joven que sirvió de moneda de cambio para que Alfonso X lograra los apoyos necesarios a su causa.
La embajada que parte con destino a Noruega a entrevistarse con el rey Haakón IV y traer a la princesa a Castilla, ocupa la primera parte de la novela, para muchos lectores seguro que la más atractiva. El escenario es poco habitual y la leyenda, la magia y los mitos forman parte de él. En el paisaje nevado se inician las aventuras de Beltrán Sina, el “médico de almas” enviado por el rey para hacer más llevadero el largo viaje de la princesa.
Traiciones, aventuras, personajes misteriosos y ardides políticos se suceden al paso de la comitiva, que visitará al rey de Francia y que llegará finalmente a Castilla con su preciada carga. Ahí se inicia otra etapa de la historia que, aunque ya no dispone de esos elementos “mágicos”, consigue mantener el interés debido a las intrigas palaciegas, a los problemas políticos de Alfonso X en Europa y a personajes tan peculiares como el Caballero del Dragón, un miembro de la Orden Teutónica, que visitará Toledo y su Escuela de Traductores.
Lo cierto es que en esta novela la historia de amor, pese a su importancia, es lo de menos. Su atractivo se ve eclipsado por la fascinación del período y por la fuerza de sus personajes y, aunque su lectura puede resultar un poco densa en ocasiones, es innegable que la prosa es esmerada, el ritmo adecuado y la trama de lo más sugerente.
Una novela apasionante que conquistará a todos los que se adentren en ella.
Jesús Maeso de la Torre ha optado, como viene siendo su costumbre, por ir más allá de lo conocido e internarse en aspectos menos tratados de la Historia. En este caso en concreto aborda aquellos años en los que Alfonso X el Sabio pugnaba por hacerse con la corona del Sacro Imperio Romano Germánico, la misma que había adornado la testa del gran Carlomagno. En esa coyuntura es donde entra en liza uno de los grandes personajes de la novela: la princesa Cristina de Noruega, una joven que sirvió de moneda de cambio para que Alfonso X lograra los apoyos necesarios a su causa.
La embajada que parte con destino a Noruega a entrevistarse con el rey Haakón IV y traer a la princesa a Castilla, ocupa la primera parte de la novela, para muchos lectores seguro que la más atractiva. El escenario es poco habitual y la leyenda, la magia y los mitos forman parte de él. En el paisaje nevado se inician las aventuras de Beltrán Sina, el “médico de almas” enviado por el rey para hacer más llevadero el largo viaje de la princesa.
Traiciones, aventuras, personajes misteriosos y ardides políticos se suceden al paso de la comitiva, que visitará al rey de Francia y que llegará finalmente a Castilla con su preciada carga. Ahí se inicia otra etapa de la historia que, aunque ya no dispone de esos elementos “mágicos”, consigue mantener el interés debido a las intrigas palaciegas, a los problemas políticos de Alfonso X en Europa y a personajes tan peculiares como el Caballero del Dragón, un miembro de la Orden Teutónica, que visitará Toledo y su Escuela de Traductores.
Lo cierto es que en esta novela la historia de amor, pese a su importancia, es lo de menos. Su atractivo se ve eclipsado por la fascinación del período y por la fuerza de sus personajes y, aunque su lectura puede resultar un poco densa en ocasiones, es innegable que la prosa es esmerada, el ritmo adecuado y la trama de lo más sugerente.
Una novela apasionante que conquistará a todos los que se adentren en ella.
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