Reseña - por Pilar Alonso. Publicada originalmente en www.ciberanika.com
Grijalbo, Enero 2012
Género: Novela
418 Páginas
1922. El arqueólogo Howard Carter está en la cumbre de su carrera tras haber revelado al mundo el hallazgo más importante sobre el Antiguo Egipto: la tumba de Tutankhamón, el Faraón Niño. Sin embargo, su instinto, guiado por la inscripción de una lasca de piedra caliza, le dice que el Valle de los Reyes esconde otro sepulcro importante: un lugar que se selló con sangre y que, tal vez, no debería ser profanado.
Un apasionante recorrido por el Egipto de los faraones y el de los hombres que, con tenacidad y pasión, sacaron a la luz los secretos enterrados de una civilización tan enigmática como fascinante.
(Sinopsis de la editorial)
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Un apasionante recorrido por el Egipto de los faraones y el de los hombres que, con tenacidad y pasión, sacaron a la luz los secretos enterrados de una civilización tan enigmática como fascinante.
(Sinopsis de la editorial)
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El hallazgo de la tumba de Tutankhamón en noviembre de 1922 se convirtió en el descubrimiento arqueológico más importante de todos los tiempos. El egiptólogo Howard Carter y su mecenas, Lord Carnarvon, encontraban la tumba casi intacta en el Valle de los Reyes, en las proximidades de Luxor. La noticia dio la vuelta al mundo y despertó la imaginación de millones de personas.
El egiptólogo Nacho Ares nos narra parte de esa aventura en esta novela y, aunque es cierto que ya existen muchas obras sobre el tema, su enfoque difiere de todas ellas. Este libro se inicia con la tumba ya prácticamente abierta, y no se basa en la famosa maldición que pareció rodear a los que se encontraban allí presentes. La narración se centra especialmente en la vida de Howard Carter después del hallazgo, en los problemas burocráticos a los que tuvo que hacer frente en un Egipto que acababa de conseguir su independencia, y en un misterio que rodea a un pequeño fragmento de piedra caliza, un ostracon, en el que hay escrita una información que podría llevar al descubrimiento de otra importante tumba.
Con esos elementos, el autor construye una trama de intriga y aventuras apoyada en una sólida base histórica y documental, cuyo protagonista indiscutible es Howard Carter, aunque no el único. El propio Tutankhamón es el otro personaje estrella.
A lo largo de la narración, el autor introduce algunos capítulos que se desarrollan durante el siglo XIV a.C. Tutankhamón ha sucedido a su padre Akhenatón, el faraón que instauró el culto oficial a un único dios: Atón, en detrimento del hasta entonces poderoso Amón. Durante ese período los sacerdotes consagrados a Amón sufrieron graves pérdidas económicas y políticas, que trataron de subsanar a marchas forzadas tras la muerte de Akhenatón. Su hijo Tutankhamón se vio obligado a tratar con ellos y a devolverles todos sus privilegios. El faraón niño, como fue conocido, era muy joven cuando accedió al cargo y se apoyó en dos personajes de gran relevancia histórica: Ay y Horemheb. Ambos, que llegarían a ceñirse sucesivamente la doble corona del Alto y el Bajo Egipto, dominaron el reinado del joven faraón.
La historia de Tutankhamón se hilvana con la del hombre que, muchos siglos después, encontraría su tumba. El autor alterna los dos momentos temporales con gran acierto, desvelando a cada paso la información pertinente para mantener nuestro interés hasta la última página.
El estilo es sencillo y la prosa asequible, con un lenguaje actual y comprensible alejado de tecnicismos y circunloquios. El resultado es una obra dirigida al gran público, entretenida y al mismo tiempo rigurosa, que aproximará a los lectores a dos momentos históricos de gran trascendencia.
La edición cuenta además con algunas sorpresas, como una cubierta desplegable en cuyo interior hay un detallado mapa de Egipto y con la posibilidad de participar en un concurso cuyo premio es precisamente un viaje al país de las pirámides, todo un reclamo que hará las delicias de muchos.
Como ven, no son pocos los motivos que incitan a correr a la librería más cercana para hacerse con un ejemplar. Yo, por si acaso, ya he comprado dos.
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El hallazgo de la tumba de Tutankhamón en noviembre de 1922 se convirtió en el descubrimiento arqueológico más importante de todos los tiempos. El egiptólogo Howard Carter y su mecenas, Lord Carnarvon, encontraban la tumba casi intacta en el Valle de los Reyes, en las proximidades de Luxor. La noticia dio la vuelta al mundo y despertó la imaginación de millones de personas.
El egiptólogo Nacho Ares nos narra parte de esa aventura en esta novela y, aunque es cierto que ya existen muchas obras sobre el tema, su enfoque difiere de todas ellas. Este libro se inicia con la tumba ya prácticamente abierta, y no se basa en la famosa maldición que pareció rodear a los que se encontraban allí presentes. La narración se centra especialmente en la vida de Howard Carter después del hallazgo, en los problemas burocráticos a los que tuvo que hacer frente en un Egipto que acababa de conseguir su independencia, y en un misterio que rodea a un pequeño fragmento de piedra caliza, un ostracon, en el que hay escrita una información que podría llevar al descubrimiento de otra importante tumba.
Con esos elementos, el autor construye una trama de intriga y aventuras apoyada en una sólida base histórica y documental, cuyo protagonista indiscutible es Howard Carter, aunque no el único. El propio Tutankhamón es el otro personaje estrella.
A lo largo de la narración, el autor introduce algunos capítulos que se desarrollan durante el siglo XIV a.C. Tutankhamón ha sucedido a su padre Akhenatón, el faraón que instauró el culto oficial a un único dios: Atón, en detrimento del hasta entonces poderoso Amón. Durante ese período los sacerdotes consagrados a Amón sufrieron graves pérdidas económicas y políticas, que trataron de subsanar a marchas forzadas tras la muerte de Akhenatón. Su hijo Tutankhamón se vio obligado a tratar con ellos y a devolverles todos sus privilegios. El faraón niño, como fue conocido, era muy joven cuando accedió al cargo y se apoyó en dos personajes de gran relevancia histórica: Ay y Horemheb. Ambos, que llegarían a ceñirse sucesivamente la doble corona del Alto y el Bajo Egipto, dominaron el reinado del joven faraón.
La historia de Tutankhamón se hilvana con la del hombre que, muchos siglos después, encontraría su tumba. El autor alterna los dos momentos temporales con gran acierto, desvelando a cada paso la información pertinente para mantener nuestro interés hasta la última página.
El estilo es sencillo y la prosa asequible, con un lenguaje actual y comprensible alejado de tecnicismos y circunloquios. El resultado es una obra dirigida al gran público, entretenida y al mismo tiempo rigurosa, que aproximará a los lectores a dos momentos históricos de gran trascendencia.
La edición cuenta además con algunas sorpresas, como una cubierta desplegable en cuyo interior hay un detallado mapa de Egipto y con la posibilidad de participar en un concurso cuyo premio es precisamente un viaje al país de las pirámides, todo un reclamo que hará las delicias de muchos.
Como ven, no son pocos los motivos que incitan a correr a la librería más cercana para hacerse con un ejemplar. Yo, por si acaso, ya he comprado dos.
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