martes, 10 de febrero de 2009

Muerte entre poetas - Ángela Vallvey

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Reseña - realizada por Pilar Alonso

Editorial Planeta
354 páginas
Género: Novela


Novela finalista Premio Planeta 2008


Un prestigioso encuentro literario se convierte en un asunto turbio cuando uno de los ponentes aparece asesinado de una puñalada.

Nacho Arán, poeta, meteorólogo y detective aficionado, llega pocas horas más tarde para participar en el evento. Libre de sospecha, podrá husmear a su gusto y descubrir, para su sorpresa, que todos los asistentes tenían motivos para odiar a la víctima.


Opinión

Las novelas policíacas me gustan. Me gusta tratar de adivinar quién es el asesino mediante las pistas que el autor me va ofreciendo, me gusta comprobar hasta qué punto he acertado y me gusta, sobre todo, que la novela sea redonda, que no queden esos molestos flecos que el autor no se ocupa de aclarar. La obra de Ángela Vallvey cumple los requisitos mínimos que yo espero en ese tipo de argumentos, aunque no haya logrado averiguar muy bien cómo llega el protagonista a la conclusión final, por qué decide hacer esa llamada que aclarará todo.

La novela tiene, sobre todo en los inicios, un aire a Diez negritos, de Ágata Christie. Un grupo de personas aisladas que deben convivir durante unos días, y un asesino entre ellos. La similitud se queda ahí. Ambas novelas toman distintos derroteros y la de Ángela Vallvey discurre por cauces bien distintos. No obstante, la sensación subyace durante toda la trama y, teniendo en cuenta que es una de las mejores obras de Christie, es sin duda uno de los aspectos que más he aplaudido.

Muerte entre poetas, además, está llena de referencia literarias, y eso consigue que los protagonistas resulten más creíbles en sus respectivos roles, además de ofrecer sabrosos comentarios de y sobre algunos maestros de las letras, Pío Baroja entre ellos.

La mayoría de los personajes de Vallvey desprenden una ternura y una humanidad capaz de traspasar las páginas del libro, y el lector se sumerge en sus historias con un cariño especial, como si estuviera leyendo la confesión de alguien cercano.

A pesar de todo lo antedicho, tengo que sacarle una pega a esta novela. Y es que algunas descripciones me han parecido excesivamente largas, incluso innecesarias y, en algún caso, complicadas en exceso. Por poner un ejemplo: "A Fabio lo asistía una mujer española, mayor, de piernas hinchadas recorridas por varices que se dibujaban en su piel con la renuencia de caudalosos ríos amazónicos con todos sus afluentes en un mapa del ejército". Creo yo que, para decir que una mujer de cierta edad tiene las piernas llenas de varices, se le ha ido un poco la mano. Afortunadamente, no abundan esos excesos, y el ritmo es lo bastante ameno y la historia lo suficientemente interesante como para que su lectura resulte entretenida.
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