jueves, 21 de julio de 2011

La reliquia de Rasputín - William Valtos

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Reseña - por Pilar Alonso. Publicada originalmente en http://www.ciberanika.com/


La Factoría de Ideas, Febrero 2011
Género: Novela
384 páginas



En un pueblo de Pensilvania se descubre una mano cercenada en perfecto estado de conservación, guardada en una caja de seguridad que no se ha abierto en cincuenta años. Junto a ella, escrita en antiguo eslavo, una nota asegura que se trata de la mano derecha de Rasputín.

Todos los que entran en contacto con ella empiezan a morir misteriosamente y el comisario Víctor Rhostok se encargará de una investigación que deberá enfrentarse a las más arraigadas supersticiones rusas.
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Sin duda la figura de Rasputín es una de las más controvertidas de la historia del siglo XX. En torno a él se han tejido infinidad de leyendas, en muchos casos condicionadas por los datos que sobre él legaron a la posteridad sus enemigos. Y es que de éstos tenía muchos, según comenta el autor de esta novela. Los generales le odiaban por su pacifismo, los ricos porque tomó partido por los pobres, los conservadores porque apoyó los derechos de los judíos, la Iglesia porque representaba una amenaza para su poder, los políticos por su influencia a la hora de nombrar cargos y la nobleza por la proximidad que tenía con la familia real.

Para averiguar qué hay de cierto y qué de leyenda en torno a su figura habría que hilar muy fino y cribar toda la información que hay sobre él legada por sus contemporáneos. De lo que no hay ninguna duda es que se trataba de un personaje singular. Nacido en el seno de los mujik, campesinos pobres, ya destacó durante su infancia como adivino y curandero y llegó a disfrutar de la confianza de la familia del zar, especialmente de la zarina, a cuyo hijo Alexei parece que salvó la vida en varias ocasiones.

Fue el hombre más poderoso de su tiempo y se granjeó no pocos enemigos que, finalmente, acabaron con su vida. Pero hasta en eso fue excepcional. Tras sobrevivir a una gran dosis de cianuro suministrada por los conspiradores, que lo dieron por muerto, le dispararon en el pecho, pero tampoco acabaron con él. Se levantó y tras agarrar por el cuello a su verdugo salió de la casa. Un experto tirador le disparó en dos ocasiones y falló, y la tercera bala le dio en la cabeza. Le aplastaron el cráneo a golpes, lo envolvieron en una alfombra y lo tiraron al río helado. Dos días más tarde, cuando su cadáver se recuperó de las aguas, se determinó que había perecido ahogado.

Parece que la figura de Rasputín, según comenta el autor al final de libro, está siendo objeto de revisión en Rusia, y que algunos sectores están barajando la posibilidad de su canonización en el 2016, cuando se cumplan cien años de su muerte.

Pues bien, ese fascinante y controvertido personaje es el que William Valtos ha elegido como punto de partida para tejer un thriller ambientado en la actualidad, en una zona de Pensilvania en la que habitan comunidades de rusos llegados de su país durante el primer cuarto del siglo XX para trabajar en las minas. La zona, empobrecida tras el abandono de los yacimientos, conserva el espíritu y las supersticiones de aquellos que la poblaron y los descendientes mantienen casi intactas las tradiciones que heredaron de las primeras generaciones que se asentaron allí.

Es en ese ambiente donde se inicia la trama de esta novela, cuando una serie de misteriosas muertes aparecen ligadas a la aparición de una mano cercenada en el interior de una caja de seguridad que, presuntamente, lleva cerrada más de cincuenta años. La incorruptibilidad del miembro da lugar a una serie de teorías que poco a poco van a ir perfilándose en torno a la figura del Monje Loco.

A medida que transcurre la historia, el autor va proporcionando datos sobre la vida y obra de Rasputín, y llevando a cabo una revisión del personaje de lo más sugerente. Ese aspecto es probablemente el más interesante de la novela, sin desmerecer el thriller en cuestión, que cuenta con los ingredientes necesarios para mantenernos pegados a sus páginas.

El protagonista, un jefe de policía ruso de segunda generación, se pone al frente de una investigación que no cuenta con el apoyo de las autoridades, al haberse diagnosticado como muertes por causas naturales. No obstante, la similitud entre los fallecimientos, la relación que unía a las víctimas y el escaso margen de tiempo que hay entre ellos, despiertan las sospechas de un hombre suspicaz por naturaleza. Esa desconfianza, adquirida gracias a su historia personal, resulta esencial para justificar sus motivaciones.

La novela cuenta con otros personajes interesantes, como el episkop, el obispo de la comunidad, una especie de sucesor de Rasputín con ciertas dotes curativas, o como algunas de las víctimas, miembros durante la Segunda Guerra Mundial de la 101ª División Aerotransportada. Todos ellos forman parte de una comunidad cerrada y supersticiosa, y de una trama que va adquiriendo cierto tinte de sobrenatural en algunos de sus pasajes.

William Valtos ha construido una historia apasionante, con grandes dosis de misterio y suspense y con algunas pinceladas de la historia rusa de los primeros años del siglo XX. Muy recomendable.
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lunes, 11 de julio de 2011

En el país de la nube blanca - Sarah Lark

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Reseña - por Pilar Alonso. Publicada originalmente en http://www.ciberanika.com/


Ediciones B, Abril 2011
Género: Novela
752 páginas


Inglaterra, 1852. Dos mujeres emprenden un viaje hacia Nueva Zelanda para contraer matrimonio con unos hombres a los que no conocen. Helen es una institutriz y ha respondido a la petición de un granjero, y Gwyneira, de origen noble, viaja con su futuro suegro, un barón de la lana, para desposar a su hijo.

Ambas se conocerán durante la larga travesía y entablarán una amistad que perdurará una vez lleguen a su destino, a pesar de la enemistad y el odio que existe entre las dos familias que van a acogerlas.
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La fascinación de Sarah Lark por Nueva Zelanda proviene de sus años trabajando como guía turística. Ahora, esa fascinación le ha llevado a escribir una novela ambientada en esos paisajes de ensueño y el resultado se ha convertido en un gran éxito de ventas en Alemania. Con más de un millón de ejemplares vendidos, esta espectacular saga llega a nuestro país de la mano de Ediciones B.

La colonización de Australia y Nueva Zelanda se efectuó de forma diferente. La primera fue poblada por los desechos de la sociedad británica: prostitutas, ladrones, mendigos y todo tipo de delincuentes. Nueva Zelanda, sin embargo, fue colonizada por ciudadanos con ganas de hacer fortuna. La caza de ballenas y focas, la ganadería o la búsqueda de oro fueron las grandes oportunidades para todos aquellos que se arriesgaron a un viaje largo y no exento de peligros hacia una tierra desconocida y misteriosa. Aquella tierra, con una población indígena compuesta por maoríes, era pacífica e inmensa.

La acción de la novela se inicia a mediados del siglo XIX, en Inglaterra, cuando dos mujeres de muy distinto origen deciden viajar hasta Nueva Zelanda con un mismo objetivo: contraer matrimonio. Una de ellas, una institutriz, deberá hacerse cargo de seis huérfanas cuyo destino es entrar al servicio de algunas de las familias que habitan en la isla. La segunda, de origen noble y cuya familia se dedica a la cría de ovejas, contraerá matrimonio con el hijo de un barón de la lana neozelandés. Para ambas es una oportunidad única de mejorar su futuro, aunque luego nada resulte tan fascinante como habían imaginado.

Nueva Zelanda estaba escasamente poblada, y la escasez de mujeres era un problema. Para solventarlo y con ello aumentar el número de habitantes, se organizaron lo que podríamos denominar “caravanas de mujeres”. Jóvenes educadas y honradas fueron enviadas allí para contraer matrimonio con los colonos, una práctica que no fue exclusiva de aquella isla.

Tras un largo y azaroso viaje, las dos protagonistas llegan por fin a su destino y se enfrentan a una realidad que dista mucho de sus expectativas. Los núcleos urbanos son pequeños y de difícil acceso desde el puerto, las comunicaciones son lentas y laboriosas, y las distancias enormes. Ambas deberán afrontar su nuevo destino con la mayor entereza posible y en el caso de Helen, la institutriz, resulta aún más duro. Su vida en Londres, alejada de cualquier trabajo manual, dista mucho de su nueva existencia, en la que deberá cocinar, ordeñar, cuidar del ganado, limpiar y realizar cualquier tarea en el hogar o en el campo. La adaptación es dura, casi cruel, y el lector no puede sino compadecerse de las mujeres que, como ella, se convirtieron sin remedio en mulas de carga para unos maridos que lo único que deseaban era una descendencia numerosa que los ayudara con el ganado.

En esta novela las protagonistas son las mujeres, Helen y Gwyneira en primer lugar, pero también las seis niñas huérfanas que llegan con ellas y a las que no llegaremos a perder de vista. Sus vidas quedan estrechamente unidas por los lazos de la amistad y la vecindad, pero también por el profundo odio que se profesan las dos familias en las que han entrado a formar parte. Esa circunstancia va a ser esencial en algunos momentos de la novela, y va a marcar la trayectoria de algunos de sus personajes, especialmente en la segunda mitad del libro.

Sarah Lark ha realizado un excelente trabajo de documentación, que se refleja en la cría del ganado, en las relaciones con los indígenas, en las costumbres de los colonos, en la forma de vida casi fronteriza de los asentamientos y en la descripción de aquellos enormes paisajes abiertos, de un verde esmeralda que parece sobresalir de sus páginas.

A pesar de su extensión – 750 páginas – la trama consigue engancharnos desde el inicio y mantenernos expectantes pegados a ella. Los personajes tienen carisma, la ambientación es excelente, las subtramas son intrigantes y la tensión dramática equilibrada. Historias de amor y celos, de amistad y traición, de lucha y rebeldía… todo tiene cabida en esta saga que, al parecer, tiene prevista otras dos entregas en el futuro.

Con esta espectacular novela, Sarah Lark nos invita a un fascinante viaje hacia una tierra desconocida y cautivadora.
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martes, 5 de julio de 2011

Una diosa para el rey - Mari Pau Domínguez

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Reseña - por Pilar Alonso. Publicada originalmente en http://www.ciberanika.com/

Grijalbo, Mayo 2011
Género: Novela
430 páginas


Salamanca, 1543. Felipe de Habsburgo está a punto de casarse con su prima María Manuela de Portugal. El joven, de dieciséis años, debe cumplir con su deber como hombre de Estado, pero no está dispuesto a renunciar a su amante Isabel de Osorio, dama de compañía de sus hermanas.

A lo largo de los quince años que duró su relación, Isabel de Osorio permaneció junto al monarca en sus dos matrimonios concertados, el segundo con la reina inglesa María Tudor.
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Mari Pau Domínguez regresa al siglo XVI y a la figura de Felipe II en esta nueva novela. En ella, a diferencia de las dos anteriores (El diamante de la reina y La casa de los siete pecados), la autora se centra en la juventud del monarca y comienza en el instante en que éste tiene dieciséis años, es amante de Isabel de Osorio y está a punto de contraer matrimonio con su prima portuguesa, María Manuela, una joven de su misma edad y poco agraciada físicamente.

La autora nos presenta a un joven impulsivo y con carácter, controlado por un padre, el emperador Carlos V, que pese a la distancia – se encuentra en Flandes – es capaz de regir su destino y de impartir una serie de instrucciones que deben ser seguidas por su primogénito. Esa omnipresencia está presente en todo momento y el emperador es puntualmente informado de todos los pasos del joven, al que no duda en llamar la atención cada vez que piensa se ha desviado del camino que le ha sido marcado. El hecho llama poderosamente la atención si tenemos en cuenta que esa velocidad de reacción tiene lugar en pleno siglo XVI, con las consabidas dificultades de comunicación entre puntos tan distantes.

La trama gira en torno a la figura de Isabel de Osorio, amante de Felipe II durante quince años, y alrededor de su historia de amor va a moverse todo lo demás. Las largas ausencias de Felipe II, primero de viaje por Europa, luego en Inglaterra para contraer su segundo matrimonio con María Tudor, y siempre atareado con asuntos de Estado, van a caracterizar su apasionada relación.

La mujer, convencida de que en algún momento se convertirá en su esposa, permanecerá a su lado hasta el último instante, siendo testigo de la evolución del hombre al que ama, que acabará convertido en rey y, sobre todo, en un hombre de Estado, que antepondrá los intereses de su reino a cualquier consideración personal. Esa evolución queda magníficamente expuesta a lo largo de la novela y cuando Felipe II se ciñe al fin la corona ya no queda nada en él que recuerde al joven que retozaba entre las sábanas con su amante o que eludía sus deberes para pasar unos días con ella.

Una diosa para el rey es, sobre todo, una novela de amor, del amor entre Isabel de Osorio y Felipe II, pero también del amor que a la mujer le profesaba Diego Pisador, un músico de la época por el que Isabel llegó a sentir verdadero afecto. Todo lo demás, la política, la Corte, el arte… queda supeditado a ese romance.

Con un estilo casi poético y una ambientación magnífica, Mari Pau Domínguez nos desvela a una mujer prácticamente olvidada por la historia, una mujer que vivió a la sombra de uno de nuestros monarcas más universales, que sufrió y amó sin medida y que supo mantenerse al margen cuando las circunstancias así lo exigieron. Una historia conmovedora.
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