sábado, 7 de agosto de 2010

Entrevista a Juan Eslava Galán por "Rey Lobo"

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por Pilar Alonso. Publicada originalmente en http://www.ciberanika.com/


Doctor en Filosofía y Letras, Juan Eslava Galán tiene varias novelas publicadas: En busca del unicornio (Premio Planeta 1987), El comedido hidalgo (Premio Ateneo de Sevilla 1991), Señorita (Premio Fernando Lara 1998), La Mula (2003)… y varios ensayos, entre ellos: Los iberos, los españoles como fuimos (2004), Los años del miedo (2008) o El catolicismo explicado a las ovejas (2009).

Este prolífico escritor, traducido a varios idiomas, que usa también el pseudónimo de Nicholas Wilcox, acaba de publicar su última novela con Planeta: Rey Lobo. Sobre ella quisimos hacerle algunas preguntas.



- En el año 2004 publicó Los iberos, los españoles como fuimos. ¿Fue entonces cuando surgió la idea de escribir Rey Lobo?

En realidad la idea me rondaba hace más de veinte años. Siempre me ha interesado la cultura ibera y he procurado mantenerme al día en los nuevos descubrimientos. En los libros todo eso parece árido. Por eso he intentado hacer una novela "arqueológica", lo que no quiere decir que no me haya permitido las licencias oportunas.


- Los iberos no han protagonizado precisamente muchas novelas históricas. ¿La suya es una forma de reivindicar nuestro pasado?

Creo que incidimos excesivamente en nuestro pasado Romano (y conste que pienso que a Roma se lo debemos casi todo) en detrimento de otras culturas locales que florecieron antes de la llegada de Roma y seguramente por influencia de otros pueblos anteriores que también influyen en Roma (fenicios, griegos...)


- ¿Cómo trabaja uno con un período del que no hay mucha información? ¿Qué documentación utiliza?

He utilizado toda la información arqueológica disponible y he rellenado los múltiples huecos que quedaban en el mosaico con mi propia imaginación. Por ejemplo, el lobo tenía una gran importancia en la cultura ibera. Yo lo sitúo en el centro del ritual de iniciación del paso del muchacho al guerrero que no sabemos bien cómo era, pero en comparación con otros pueblos del mismo nivel cultural pudo ser así.
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- ¿Es cierta la leyenda acerca del lobo negro, gracias al cual la novela toma el título?

Tenemos que pensar que en Iberia había muchos bosques poblados por lobos y que alguna vez bajaban del norte lobos negros, más grandes, de otra variedad. Sumemos a eso que como pueblo primitivo cualquier anomalía se interpretaba en clave religiosa.



- En una de las notas de su novela habla de distintos modos de ejecución, algunos extremadamente crueles, entre ellos “la mariposa”, que consistía en arrancar en vivo los pulmones del caído y desplegárselos sobre la espalda como si fueran alas. ¿Es cierto que cada tribu tenía su método particular a la hora de ejecutar a un enemigo?

Me temo (o me congratulo) de que esas terribles torturas son parte de lo que he inventado para señalar la barbarie de ciertos pueblos de Iberia. Pero la mariposa es una tortura real, practicada por otros pueblos primitivos.



- En la novela aparece la influencia que otros pueblos, como griegos o fenicios, tuvieron sobre los iberos, cuyas tradiciones fueron perdiéndose o adaptándose. ¿Cree que eran conscientes de ese cambio? ¿Qué tradiciones se resistieron más a desaparecer o cambiar? ¿Alguna de ellas ha perdurado hasta un pasado reciente?

Sin duda alguna eran conscientes del cambio, como nosotros hemos sido conscientes del cambio operado en España en apenas tres generaciones debido a influencias extranjeras. Es inevitable. Hay algunas características de los iberos que perduran entre nosotros: el feroz individualismo y la tendencia a competir con el pueblo de al lado. Yo lo hago notar, con algo de socarronería, en esos episodios de los pastores que dan generoso cobijo al viajero y se congratulan de que no haya topado con los del pueblo vecino que son muy mala gente.



- Una de esas tradiciones parece ser la de representar un duelo en el funeral de algún personaje importante, un simulacro de combate para la familia. ¿Cómo funcionaba?

Los espectáculos gladiatorios para honrar las exequias de un difunto eran bastante comunes en el mediterráneo, aunque el gran público sólo los conoce en relación con la cultura romana. En Iberia también existieron.
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- Una curiosidad. Algunos de sus personajes, a la hora de hablar, utilizan la coletilla “ni po”. ¿Nos puede decir qué significa?

Es una broma dedicada a la gente de mi tierra. En Jaén, a nivel muy popular (que ya casi se ha perdido) solía intensificarse cualquier expresión con la coletilla "ni pollas" cuya abreviación educada era "ni po". Como esos iberos de la novela son gentes de poblados ibéricos del Alto Guadalquivir (poblados, todos ellos, que existieron, ¿eh?) les he permitido ese anacronismo que solo intenta ser un chiste.


- ¿Qué le gustaría que el lector encontrara en su novela?

En primer lugar una historia interesante que te enganche y te conduzca sin desmayo hasta el final. En segundo lugar cierto conocimiento de cómo eran y cómo pensaban los iberos. En tercer lugar, ampliando el objetivo, una visión del Mediterráneo y del mundo unos siglos antes de Cristo, con los vivos contrastes entre el mundo semibárbaro del continente europeo y el más civilizado y complejo de la antigua Persia.


- ¿Con qué parte o personaje del libro ha disfrutado más a la hora de escribir?

Me imagino que en la recreación de la vida en una aldea ibera y en la especial relación de Zumel, el mercenario, con el hijo de su enemigo.


- ¿Está preparando ya algo nuevo? ¿Puede adelantarnos algo?

En otoño publicaré mi próximo libro "De la alpargata al Seiscientos", continuación de "Los años del Miedo".



- Si desea añadir algo más…

Un cordial saludo para todos mis lectores y recordarles que estoy siempre a su disposición en el correo de mi página web http://www.juaneslavagalan.com/
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