lunes, 16 de febrero de 2009

Enrique V (1989)

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Película - por Pilar Alonso

Esta fue la primera película de Kenneth Branagh basada en una obra de William Shakespeare. En ella, Enrique V de Inglaterra decide invadir Francia alegando sus derechos sobre el trono galo y el film se basa especialmente en la batalla de Agincourt (1415).
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Monólogos cargados de tensión dramática, un notable elenco de actores, muchos primeros planos y una realización que recuerda la puesta en escena de una obra de teatro más que de una película. El film no termina de ser redondo, el ritmo es algo lento y es fácil perder el interés durante la trama. Pero cuando llegamos a la batalla de Agincourt... todo cambia. Los soldados franceses les superan en número, en una proporción de, al menos, cinco a uno, y los ingleses, agotados y diezmados, se dejan vencer por el desánimo. Y es entonces cuando llega el momento álgido de la cinta: la arenga que Enrique V lanza a sus hombres, de las mejores que he oído. Uno tiene que morderse las lágrimas cuando Kenneth Branagh se sube a un carro y dice así:
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Este es el día de San Crispín.
El que sobreviva a este día y vuelva sano y salvo a su casa,
se izará sobre las puntas de los pies cuando se mencione esta fecha,
y se crecerá por encima de sí mismo al oír el nombre de San Crispín.
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El que sobreviva a este día y llegue a la vejez,
cada año, en la víspera de esta fiesta,
invitará a sus amigosy les dirá: «Mañana es San Crispín».
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Entonces se subirá las mangas, y,
al mostrar sus cicatrices,dirá:
«Recibí estas heridas el día de San Crispín».
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Los ancianos olvidan,
pero incluso quien lo haya olvidado todo,
recordará aún las proezas que llevará a cabo hoy.
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Y nuestros nombres serán para todos tan familiares
como los nombres de sus parientes,
y serán recordados con copas rebosantes de vino:
el rey Enrique, Bedford y Exeter,
Warwick y Talbot, Salisbury y Gloucester.
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Esta historia la enseñará un buen hombre a su hijo,
y, desde este día hasta el fin del mundo,
la fiesta de San Crispín nunca llegará
sin que a ella vaya asociado nuestro recuerdo,
el recuerdo de nuestro pequeño ejército,
de nuestro pequeño y feliz ejército,
de nuestra banda de hermanos.
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Porque quien vierta hoy su sangre conmigo
será mi hermano; por muy vil que sea,
esta jornada ennoblecerá su condición.
Y los caballeros que permanecen ahora en el lecho de Inglaterra
se considerarán malditos por no estar aquí,
y será humillada su nobleza cuando escuchen hablar a uno
de los que haya combatido con nosotros el día de San Crispín.
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Y los ingleses ganaron la batalla.



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Una batalla espectacular: barro, sangre y gritos, tal y como uno piensa que debieron ser los enfrentamientos durante la Edad Media. Y para rematar, la maravillosa escena del recorrido por el campo sembrado de cadáveres, con la música de Patrick Doyle de fondo, que pone el broche de oro a una película que, aunque sólo sea por esas dos escenas, merece la pena ver.
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3 comentarios:

Oscar González dijo...

Una maravillosa película. Descubrí a Branagh con esta película y desde entonces he seguido su trayectoria shakesperiana. Sí que la encuentro una película redonda: en el desarrollo de la obra - y eso que Branagh no "pone" todo lo que escribió el Bardo -, en la estructura narrativa, con diversos personajes y diversos puntos de vista, en la música de Doyle - hoy por hoy, su mejor score -, en tantas y tanas cosas.

Una película a tenr muy en cuenta.

Anónimo dijo...

Esa arenga ha sido la mejor de las que he escuchado jamás en una película. Ni la de Aragon, ni la de William Walace -la mejor que hasta ahora conocía- se le pueden comparar.

Me entraron ganas de morir por ese monarca de la Albión, el día de San Crispín, fíjate.

Es un texto que cuadra más en la época de Shakespeare o la de Enrique V que no en la actualidad. Hoy día, en una película, mete un discurso tipo ¡por la libertad!, etc… pero no eso de que muera usted conmigo en San Crispín y ya verá como chulea en su pueblo.

El texto está bien, pero la interpretación del Kenneth Branagh y la del doblador al castellano, le mete un subidón que te cagas.

El resto del film, bueno, tienes que tener el día para que te entre bien, supongo.

J.A.

Anónimo dijo...

Me gusta más Mucho ruido y pocas nueces pero coincido contigo en que la batalla final es impresionante, a un nivel Excalibur total...

Besitos
josephb