viernes, 4 de septiembre de 2009

Breve historia de la conquista del Oeste - Gregorio Doval

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Reseña - por Pilar Alonso

Ediciones Nowtilus, Enero 2009
Género: Divulgación
350 páginas


En 1776 los Estados Unidos declaraban su independencia y formaban su propia nación. Un amplio territorio se abría más allá de la frontera de las trece colonias iniciales, un territorio que estaban dispuestos a explorar y a colonizar.
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Seguro que todos recordamos películas como La conquista del Oeste o Caravana de mujeres, a personajes de la talla de Daniel Boone o Davy Crockett, y en algún momento de nuestra vida sin duda oímos mencionar la famosa “fiebre del oro”.

Pues adentrarse en este nuevo libro de Gregorio Doval es como mezclar todos esos ingredientes y servirlos en una sola toma. Así, asistimos al nacimiento de una nueva nación y al establecimiento de la primera Frontera, que se fue modificando a medida que se colonizaban nuevos territorios. Y a la adquisición de Luisiana (un territorio muchísimo más grande de lo que hoy es el Estado que lleva su nombre) y los territorios españoles y mexicanos.

Pero, ¿cómo explorar un territorio recién adquirido de unas dimensiones tan colosales? Imaginar una extensión tan vasta y tan absolutamente desconocida representa un increíble reto, que los americanos supieron afrontar. No voy a entrar ahora en los detalles negativos que dicha conquista supuso, ya sea la desaparición de los indios, la deforestación de grandes territorios, la explotación de recursos naturales sin ningún tipo de control o cualquier otro. Este libro no va de eso, aunque mencione todos esos aspectos. Este libro va sobre el modo en que un país inexplorado se fue descubriendo poco a poco con el empeño de muchas personas que, por uno u otro motivo, se adentraron en lo desconocido en busca de una vida mejor.

Primero los comerciantes de pieles, que abrieron rutas para los colonos que vendrían después y que alentaron las leyendas sobre el oeste, las exploraciones financiadas por el Gobierno para saber “qué es lo que habían comprado”, la anexión de Texas, el territorio de Oregón y las caravanas de carretas surcando las praderas en dirección a los nuevos asentamientos. Y, por supuesto, la fiebre del oro, especialmente en California, que supuso explorar un inmenso territorio en muy poco tiempo.

Todas esas idas y venidas fueron dibujando el mapa de los Estados Unidos, que poco a poco fue implantando novedades: la diligencia, los barcos de vapor, los servicios de correos y finalmente el ferrocarril, una carrera contra el tiempo que mantuvo en vilo a todo el país.

Y así, como quien completa un puzzle, hasta llegar a Oklahoma, el último Estado en ser colonizado. ¿Recuerdan la película Un horizonte muy lejano, con Tom Cruise y Nicole Kidman como protagonistas? Pues bien, así fue como se repartieron las últimas tierras norteamericanas en Oklahoma, con una carrera entre todos los participantes, que se quedaban con el trozo de terreno en el que lograban clavar su banderín.

La Frontera tuvo, durante su existencia, un estilo de vida peculiar, alejado de los centros de gobierno, sin leyes federales pero con cierto orden, y poblado de personas especialmente resistentes a las adversidades. Los colonos no lo tuvieron fácil y muchos perdieron su vida mientras luchaban por escapar de la miseria o por legar a sus hijos algo mejor que lo que ellos habían tenido.

Cargados con sus escasas pertenencias se marcharon hacia el Oeste, en carreta, en mula o a pie. Irlandeses, italianos, alemanes, chinos, estadounidenses, chilenos... una mezcla heterogénea de culturas con un único objetivo.

La verdad es que hay muchas cosas interesantes que contar de este libro y a mí, que me gusta el western, tengo que agradecerle a Gregorio Doval su estilo diáfano y directo a la hora de sumergirme en una historia que siempre me ha parecido fascinante.

Juzguen, sino, ustedes mismos.
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6 comentarios:

Trecce dijo...

A mi también me parece fascinante.
Yo no he visto la peli de Kidman y Cruise, pero recuerdo, desde niño, las escenas de la carrera hacia Oklahoma de "La conquista del Oeste". Parecía que te ibas a caer del caballo o a volcar con la carreta. Memorables.
Así que si el libro está tan bien como anuncias, habrá que echarle un ojo.

Fuensanta Niñirola dijo...

Hola, Pilar! Oye, ¡este libro es muy interesante!Yo soy una forofa de las pelis del Oeste, sobre todo, las de Ford y Raoul Walsh, por ejemplo. Caravana de mujeres la volví a ver este verano. Y me parece que sería muy agradable su lectura. Y además, por los datos que pueda ofrecer. ¿A ese nivel crees que es fiable?¿Trae mapas?

Historia y Libros dijo...

Es muy interesante, Trecce.

Ariodante, los mapas son la gran asignatura pendiente de los libros que ha publicado Doval en esta colección: brillan por su ausencia, y en más de una ocasión se hacen absolutamente necesarios.

En cuanto a la fiabilidad de los datos, no tengo motivo para desconfiar. De hecho, de algunos de ellos busqué información en otros medios, por pura curiosidad, y no encontré discrepancias.

Blas Malo Poyatos dijo...

Hola Pilar. Por temporadas se habla de la conquista de Marte, y aún no nos hemos dado cuenta de la riqueza de nuestro mundo, y de su historia.

La conquista del Oeste era menos que llegar a un nuevo planeta. Inmensos territorios vírgenes, horizontes inexplorados, y flora y fauna desconocida. Como en Marte hagamos igual, arrasándolo casi todo...

Un saludo

Unknown dijo...

Me he leido el libro y me parece fascinante. Hay otro de esa colección como Breve Historia...de los indios norteamericanos...de los forajidos...de los cowboys. A los que nos entusiasma ese tema agradecemos este tipo de libros.

saludos

Historia y Libros dijo...

Cierto, Carlos. Yo he leído el de Forajidos (también está por aquí la reseña) y de los indios norteamericanos, que colgaré en breve. Me falta leer el de los cowboys, que seguro está igual de interesante que los otros tres.

Como bien dices, se agradecen este tipo de libros.

Saludos