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Editorial Almuzara
542 páginas
Género: Novela
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Shalom Sefarad, que ya ha sido traducida y publicada en hebreo por Bambook Publishers (Tel Aviv), narra la historia de David Meziel, un judío español que debe huir de su tierra en 1492, a los 14 años, tras la muerte de su familia a manos de la Inquisición.
Su éxodo le llevará primero a Portugal, y más tarde a Túnez, Egipto y Estambul, donde terminará al servicio de Suleyman el Magnífico.
En su viaje no sólo recorrerá maravillosos escenarios, sino que conocerá la historia de muchos judíos y musulmanes dispuestos a compartir su conocimiento y experiencias.
Opinión
Shalom Sefarad es sin duda una clase de historia acerca de la expulsión de los judíos por los Reyes Católicos, la persecución por parte de la Inquisición y el terrible destino al que se enfrentaron la mayoría de ellos.
A través de los distintos personajes con los que se va encontrando el protagonista, el autor recrea los episodios que marcaron la expulsión primero de los judíos y más tarde de los moriscos, haciendo hincapié en los verdaderos motivos de tales hechos, que no fueron otros que la envidia y el miedo a lo diferente. Desde ese prisma, Guarch nos obsequia con una serie de historias dentro de la novela, en forma de monólogos, que sustentan y avalan tales causas y que ilustran a la perfección uno de los períodos más oscuros de la Historia de España.
El recurso de acudir a otros para que narren los sucesos, en una novela prácticamente exenta de diálogos, puede resultar un tanto pesado en ocasiones, porque casi todas ellas explican los mismos hechos con pocas variantes y el espectador, que no es otro que David Meziel, extrae de ellas casi idénticas conclusiones. Y es que la novela no es tanto la narración de las aventuras de este joven como el servirse de múltiples personajes para ofrecer al lector una imagen de conjunto de lo que fueron aquellos años, tanto en España como en el Mediterráneo. Porque Meziel, además, pasa gran parte de su vida entre médicos musulmanes, que también tienen sus propias historias, y que enriquecen aún más una novela que se caracteriza por su erudición, su pasión y su belleza.
Tal vez una de las cosas que más llaman la atención, especialmente en nuestros días, era el clima de entendimiento entre judíos y musulmanes. No es que su convivencia fuese muy estrecha, pero se entendían, se respetaban, se admiraban y, en más de una ocasión, se ayudaban. No es de extrañar, teniendo en cuenta que en aquellos días ambas culturas representaban lo más avanzado de su tiempo, tanto en Medicina como en otras ramas del saber: Matemáticas, Astronomía, Botánica, Ciencia...
Es innegable que, con la expulsión tanto de unos como de otros, España perdió gran parte de su cultura y que eso marcó el signo de los siglos venideros, un hecho que queda más que patente en Shalom Sefarad, una recreación histórica de gran profundidad, narrada con ritmo y con episodios de una fuerza sobrecogedora..
Su éxodo le llevará primero a Portugal, y más tarde a Túnez, Egipto y Estambul, donde terminará al servicio de Suleyman el Magnífico.
En su viaje no sólo recorrerá maravillosos escenarios, sino que conocerá la historia de muchos judíos y musulmanes dispuestos a compartir su conocimiento y experiencias.
Opinión
Shalom Sefarad es sin duda una clase de historia acerca de la expulsión de los judíos por los Reyes Católicos, la persecución por parte de la Inquisición y el terrible destino al que se enfrentaron la mayoría de ellos.
A través de los distintos personajes con los que se va encontrando el protagonista, el autor recrea los episodios que marcaron la expulsión primero de los judíos y más tarde de los moriscos, haciendo hincapié en los verdaderos motivos de tales hechos, que no fueron otros que la envidia y el miedo a lo diferente. Desde ese prisma, Guarch nos obsequia con una serie de historias dentro de la novela, en forma de monólogos, que sustentan y avalan tales causas y que ilustran a la perfección uno de los períodos más oscuros de la Historia de España.
El recurso de acudir a otros para que narren los sucesos, en una novela prácticamente exenta de diálogos, puede resultar un tanto pesado en ocasiones, porque casi todas ellas explican los mismos hechos con pocas variantes y el espectador, que no es otro que David Meziel, extrae de ellas casi idénticas conclusiones. Y es que la novela no es tanto la narración de las aventuras de este joven como el servirse de múltiples personajes para ofrecer al lector una imagen de conjunto de lo que fueron aquellos años, tanto en España como en el Mediterráneo. Porque Meziel, además, pasa gran parte de su vida entre médicos musulmanes, que también tienen sus propias historias, y que enriquecen aún más una novela que se caracteriza por su erudición, su pasión y su belleza.
Tal vez una de las cosas que más llaman la atención, especialmente en nuestros días, era el clima de entendimiento entre judíos y musulmanes. No es que su convivencia fuese muy estrecha, pero se entendían, se respetaban, se admiraban y, en más de una ocasión, se ayudaban. No es de extrañar, teniendo en cuenta que en aquellos días ambas culturas representaban lo más avanzado de su tiempo, tanto en Medicina como en otras ramas del saber: Matemáticas, Astronomía, Botánica, Ciencia...
Es innegable que, con la expulsión tanto de unos como de otros, España perdió gran parte de su cultura y que eso marcó el signo de los siglos venideros, un hecho que queda más que patente en Shalom Sefarad, una recreación histórica de gran profundidad, narrada con ritmo y con episodios de una fuerza sobrecogedora..
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