miércoles, 30 de julio de 2008

Treinta años de esclavitud y cuatro en la Casa Blanca - Elizabeth Keckley

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Reseña - realizada por Pilar Alonso y publicada en www.ciberanika.com

Ellago Ediciones
332 páginas
Género: Memorias



Elisabeth Keckley narra su vida en este libro, primero como esclava y luego como mujer libre y modista, primero de la mujer de Jefferson Davis, y luego de la esposa de Abraham Lincoln.


Opinión

Este libro, publicado en abril de 1868, fue objeto de duras críticas, tanto entre los blancos como entre los afroamericanos, y acabó siendo censurado por unos y otros.

Keckley justifica su libro al inicio, diciendo que lo escribe para romper una lanza a favor de Mary Lincoln, que fue duramente vilipendiada tras el asesinato de su marido. Y ése es el ánimo con el que el lector se enfrenta a su lectura.

Pero no tarda en cambiar de opinión. Keckley no sólo retrata a la que había sido su clienta y amiga de una forma poco halagüeña, evidenciando sus defectos, debilidades y mezquindades, (que las tenía) sino que se presenta a sí misma como el contrapunto a dichos comportamientos, intachable, generosa e íntegra, todo ello disfrazado de un falso deseo de justicia para su antigua benefactora.

Por si eso fuera poco, al final añade un apéndice con las cartas íntimas que la esposa de Abraham Lincoln le escribió durante una época especialmente dura para ella, de nuevo bajo la pátina de hacer que los demás conozcan a la verdadera Mary Lincoln y cesen de acusarla de todo tipo de escándalos. Un hecho realmente deplorable, que explica las duras críticas a las que tuvo que hacer frente y la ruptura de relaciones con la Señora Lincoln.

Con la excusa de dar a conocer al público los verdaderos entresijos de la Casa Blanca, Keckley se convierte en la protagonista de su propia obra, poseedora de la única y legítima verdad, con una prosa en ocasiones almibarada hasta el exceso para demostrar sus innumerables virtudes y las del que fue el Presidente de los Estados Unidos con quien, sin decirlo abiertamente, se identifica y compara.

Todo ello consigue que logre caer mal al lector, que desde muy temprano se da cuenta de las verdaderas intenciones de la escritora. No obstante, es innegable la importancia que posee el texto como documento histórico y desde ese prisma hay que leerlo. La Guerra Civil, la reconstrucción del Sur, la situación de los esclavos, su liberación, y sin duda algunos aspectos más humanos del Presidente y su esposa, incluidos el asesinato del primero y las vicisitudes de la segunda, que atravesó por una delicada situación económica tras quedarse viuda y que es el personaje alrededor del que gira toda la trama (excluyendo, claro está, a la propia autora).

El estudio sobre la obra que Carme Manuel Cuenca realiza al final del libro, así como las notas a pie de página, son sin duda la parte más interesante. El análisis crítico es esencial para comprender el verdadero significado del texto, su alcance y su valor.
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