lunes, 17 de noviembre de 2008

Nuestro calendario

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Apuntes - por Pilar Alonso


Una de las muchas reformas que llevó a cabo Julio César fue la del calendario.

Hasta el año 46 a.C. existía un calendario distinto para cada pueblo romano, todos basados en los ciclos de la luna, y habitualmente dividido en diez meses. No tenían en cuenta las semanas, sólo las fases lunares, y el año podía tener una extensión de entre 354 y 373 días, dependiendo de la zona.

El astrólogo egipcio Sosígenes de Alejandría elaboró el conocido como calendario juliano a petición de Julio César, que desde entonces llevaría su nombre.

Así pues, a partir del 1 de enero del año 45 a.C. el año tuvo doce meses en lugar de los diez que había tenido hasta entonces y los meses eran de treinta o treinta y un días (excepto febrero que hay quien dice que, como a los romanos no les gustaba, le añadieron menos días que al resto). La extensión pasaba a ser de 365 días.

El mes de septiembre debe su nombre a que era el séptimo mes del antiguo calendario, antes de que se le añadiesen enero y febrero, pues el año comenzaba en marzo, el mes de Marte, que era cuando se decidían las campañas militares del año. Octubre era el octavo, noviembre el noveno... Y se añadió el año bisiesto: febrero tendría 29 días cada cuatro años, para no retrasarse con respecto al calendario solar.

El mes quintilis (Julio) se consagró a Julio César a petición de Marco Antonio y el mes sextilis (Agosto) a Octavio Augusto a petición del Senado en el 23 a.C. Otros emperadores, como Calígula o Nerón, trataron de modificar el nombre de algunos meses, pero sus reformas no prosperaron.

El primer año constó de 445 días, para corregir los desfases de los años anteriores, y fue conocido como el año de la confusión. Desde entonces, año 44 a.C., tiene 365.

Este calendario permaneció vigente hasta la reforma del Papa Gregorio XIII, que introdujo el calendario gregoriano a finales del siglo XVI. Se eliminaron de golpe diez días (del 4 al 15 de octubre de 1582) para ajustar los desfases acumulados desde la época de Julio César, y es el calendario que se usa en la actualidad en la mayor parte del mundo.
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1 comentario:

Salvador Díaz dijo...

Muy bien, Pilar.

Conocía alguna cosilla del tema que tratas por haberla leído como anécdota en alguna revista de historia, pero ahora me lo has aclarado todo un poco mas.

Felicidades.